Tras más de dos años de bloqueo, por fin han concluido las obras de pavimentación del tramo del Camino de Santiago que une el barrio de Compostilla con el de Columbrianos, correspondiente al último tramo de la calle Cabo de Finisterre, hasta el puente que discurre bajo la nacional N-VI. Este vial había quedado completamente destrozado y con el pavimento levantado, tras las obras de acometida de agua efectuadas hace casi tres años sin que, incomprensiblemente, en todo este tiempo se hubiera reparado el firme de esta calle, pese a estar diariamente transitada por centenares de peregrinos jacobeos, los cuales se llevaban una pésima imagen del compromiso de nuestro municipio con la conservación del Camino de Santiago, declarado Patrimonio de la Humanidad por la Unesco. Durante los meses invernales la zona se convertía en una auténtivo barrizal prácticamente intransitable y, durante el verano la gran cantidad de polvo hacía muy penoso circular por ese lugar.
Ahora, gracias a un acuerdo entre Aquona y el Ayuntamiento de Ponferrada, a tavés de las concejalías de Medio Rural y de Medio Ambiente, ha sido posible poner fin a esta situación lamentable y tanto los ponferradinos como los numerosos peregrinos pueden disfrutar de un vial perfectamente transitable y adondicionado.
Otras actuaciones en el Medio Rural
Dentro del ámbito de colaboración entre las áreas de Medio Rural y Medio Ambiente del Ayuntamiento de Ponferrada y la Junta de Castilla y León también se está acometiendo otra importante obra: el acondicionamiento de la pista que une las localidades de Espinoso de Compludo y Compludo, un vial de unos cinco kilómetros de longitud cuyo proyecto de adecuación y reparación llevaba paralizado casi una década y que felizmente ha sido desbloqueado y está en ejecución, lo que supone un importante avance dentro del programa de dotación de infraestructuras y comunicaciones a esta parte fundamental de la Tebaida berciana.
Por otro lado, el área de Medio Rural también esta realizando trabajos de reparación y acondicionamiento de la pista que une Peñalba de Santiago y San Cristóbal de Valdueza, una actuación muy importante para facilitar la visita al pueblo monumental de Peñalba a través de una comunicación de apenas siete kilómetros distinta a la tradicional de la carretera del Valle del Oza y que tiene gran interés paisajístico.