El anuncio por parte de la multinacional italiana Endesa de que empleará a trabajadores de las empresas auxiliares en el desmantelamiento de los grupos 3, 4 y 5 de la central de Compostilla II es un insulto y una traición a El Bierzo, un insulto y una traición que los bercianos no debemos ni tolerar ni dejar pasar.
La sociedad y buena parte de los medios de comunicación somos en buena parte cómplices del desprecio con el que nos tratan corporaciones como Endesa y administraciones como el Gobierno central. Cuando el pasado mes de noviembre Coalición por El Bierzo anunció públicamente el desmantelamiento de todos los grupos de Compostilla II, nadie dio crédito a nuestro anuncio, pese a tratarse de una información rigurosamente contrastada. Se nos dijo que ese desmantelamiento sólo afectaría a los grupos I y II, pero no era cierto, afectaba a todos los grupos, tal y como ahora se ve.
Pero es que el engaño continúa y es aún más doloroso, porque durante la visita a Ponferrada, el pasado mes de diciembre, del secretario de Estado de Energía, José Domínguez Abascal, aseguró que, pese al anuncio de cierre de Compostilla II, Endesa no había presentado ningún plan de cierre de la central, un plan de cierre que era preceptivo y que debía ser evaluado y tener el visto bueno por parte del Gobierno de España.
Todo era mentira, el cierre de la central es un hecho desde hace meses, como muy bien saben todos los trabajadores de las auxiliares que han estado acampados frente a la térmica de Cubillos. Allí no entra ni sale ningún camión, ni hay actividad de producción eléctrica ni quema de carbón ni nada que se le parezca: la central está ya cerrada y es más que probable que al final Endesa abandone las instalaciones como se han abandonado numerosas escombreras y canteras sin proceder a ningún tipo de desmantelamiento ni de descontaminación.
Ya sabemos lo que dice la ley respecto de la restauración de estos espacios. Pero también sabemos que en España no se cumplen las leyes medioambientales y mucho menos en El Bierzo, donde cualquiera puede comprobar las enormes heridas dejadas por la actividad industrial y extractiva, ante la pasividad de las administraciones.
Estamos muy de acuerdo con que los trabajadores de las auxiliares tengan una salida en las tareas de desmantelamiento de Compostilla II. Pero exigimos que se haga público el plan de desmantelamiento y si ese plan ya ha obtenido el visto bueno del gobierno central, porque Endesa está anunciando que los grupos 3, 4 y 5 comenzarán a desmantelarse a mediados de 2019, algo novedoso, por cuanto el desmantelamiento de los grupos 1 y 2 se va a alargar por lo menos hasta 2020. No es de recibo que tengamos que enterarnos por noticias indirectas del cierre y del desmantelamiento de la principal industria berciana. Eso solo demuestra el escasísimo respeto que los partidos de ámbito nacional tienen a este territorio y a sus habitantes. No les interesa El Bierzo y los bercianos, ni siquiera ahora que se acercan unas elecciones y tienen que pedir nuestro voto. De todos y cada uno de nosotros depende que se arrepientan de su desprecio hacia esta tierra.