Las informaciones acerca de la instalación del Parque Agroalimentario en Valladolid es un nuevo jarro de agua fría en los cuerpos, ya gélidos, de los bercianos después de las numerosas afrentas y muestras de desafecto que desde la Junta de Castilla y León nos vienen “obsequiando” día tras día.
Es inconcebible que El Bierzo, con la mayor concentración de marcas de calidad en productos agroalimentarios de la comunidad autónoma y el noroeste peninsular, sufriendo una crisis económica, poblacional, industrial y sanitaria de mayor grado que cualquier otro territorio de esta comunidad, se vea de nuevo maltratado, ninguneado y obviado.
Las promesas electoralistas que realizó el que en aquel momento era Presidente de la Junta, Juan Vicente Herrera, prometiendo “la nueva energía de El Bierzo, el motor de un desarrollo imparable” refiriéndose al Programa de Impulso Agroalimentario y al Parque Rural Agroalimentario, dejan de manifiesto que no eran más que eso, fotos, declaraciones fanfarronas, promesas huecas, y la enésima muestra de desprecio hacía el pueblo y la economía de El Bierzo ¿Cuánto ha costado el programa propagandístico Bierzo Hub? ¿Para qué ha servido? ¿Quizás somos el “conejillo de indias” y banco de pruebas, recogida de datos y demás experimentos para que las inversiones se las lleven otros? La Junta de Castilla y León debe rectificar, y esa rectificación debe ser clara y concreta, el Parque Agroalimentario debe instalarse en El Bierzo. Todavía seguimos esperando unas declaraciones de la Junta al respecto, debe dar ya, de manera inmediata, su opinión.
La responsabilidad de la Sra. Ministra de Industria, Comercio y Turismo, Reyes Maroto, natural de Medina del Campo, por tanto vallisoletana, es tendenciosa y arribista, inventándose un Parque Agroalimentario Rural en la ciudad de Valladolid que no tiene nada de rural y muy poco de agroalimentaria. Entenderíamos una inversión en el sector de la automoción, igual que entendemos como justo la inversión de 150 millones de euros en El Bierzo donde tenemos una potente iniciativa privada y de asociaciones de marcas de calidad (Asociación berciana de Agricultores, ABA) la experiencia del Banco de Tierras, el viñedo más antiguo de Europa, y todos los sellos y marcas de calidad con más de 1200 autónomos al frente y una profesionalización y modernización del sector solicitada desde hace décadas.
Está claro el despiste de la famosa Mesa por León, cuando en El Bierzo todo está ya inventado. Sabemos las infraestructuras que necesitamos y los proyectos a dimensionar desde el punto de vista agroalimentario, industrial y energético, lo que siempre nos esquiva es la publicación de los mismos en el Bocyl o en el BOE. Estamos hartos de que de nuestra crisis, vía fondos europeos se aprovechen otros territorios que tienen potentes industrias subvencionadas con el dinero de todos.