Coalición por El Bierzo no puede más que leer con sorpresa y recelo las recientes declaraciones del director general de Patrimonio de la Junta de Castilla y León, Enrique Sáiz, en las que recurre a una ambigüedad política intolerable bajo la que se esconde su apoyo prioritario a la candidatura del arte mozárabe como Patrimonio Mundial, por parte de la Unesco, en detrimento de la de la Tebaida berciana, que es la que apoyan por unanimidad tanto el Consejo Comarcal de El Bierzo, como el Ayuntamiento de Ponferrada y la propia Diputación Provincial de León, tal y como conoce muy bien el propio Sáiz.
Es evidente que el director general de la Junta se decanta claramente por la candidatura del mozárabe al aducir en su favor puras y simples mentiras, tales como que la Unesco suele optar por reconocer candidaturas “que unen a los pueblos y rompen fronteras más que lugares concretos”. Afirmación totalmente falta de rigor, pues en tal caso Las Médulas, las ciudades de Ávila, Cuenca o la catedral de Burgos nunca habrían tenido ninguna oportunidad de ser declaradas Patrimonio Mundial, porque ni unen a los pueblos ni rompen fronteras y son lugares mucho más concretos que la Tebaida Berciana.
Si de lo que se tratara de verdad es de romper fronteras y de evitar lugares concretos habría que declarar patrimonio de la Humanidad al océano Atlántico, por poner un ejemplo.
El director general sabe de sobra que la candidatura de la Tebaida berciana cumple a la perfección con muchos de los criterios que exige la Unesco para conceder tal declaración, y también sabe Enrique Sáiz que la candidatura del mozárabe no cumple ninguno, por la sencilla razón de que el arte mozárabe propiamente dicho es algo que no existe, pues se trata de una categoría impropia (creada artificialmente en los albores del siglo XX) y nada acertada de los monumentos del periodo prerrománico (siglos IX al XI), que no guardan mucha coherencia y relación entre sí y, por el contrario, adolecen de una gran dispersión geográfica que hace difícil, cuando no tediosa, su visita y conocimiento.
Por si fuera poco, Enrique Sáiz es capaz de incluir en la candidatura del mozárabe español a monumentos ubicados en Portugal, pero omite de forma imperdonable mencionar importantes monumentos y restos mozárabes ubicados en El Bierzo, como la iglesia de Santo Tomás de las Ollas o de la ermita de San Salvador de Toral de Merayo, a día de hoy completamente olvidados por la Junta de Castilla y León.
Sin ánimo alguno de ofender, a nuestro director general de Patrimonio se le ve demasiado el plumero: apuesta por una candidatura en la que entran monumentos de Burgos, Valladolid y del entorno de León y, claro está, faltaría más, incluyendo en la lista a Peñalba, pretende quedar bien con todos. Pero esta nómina de monumentos mozárabes no se corresponde con un conjunto coherente ni desde el punto de vista artístico ni arquitectónico. Además, le recordamos a Sáiz que el prerrománico asturiano ya es Patrimonio de la Humanidad, pese a que sus monumentos se encuentran ubicados en un área geográfica muy reducida.
De cara a la reunión que representantes del Consejo Comarcal de El Bierzo mantendrán con el director general de Patrimonio el próximo día 4 de marzo, desde Coalición por El Bierzo le pedimos a Enrique Sáiz honestidad y rigor intelectual y político. La candidatura de la Tebaida berciana es sólida y saldrá adelante con el apoyo de la Junta de Castilla y León o no saldrá, pero no estamos dispuestos a entrar en barateos o subastas de si es mejor o peor.
A dicha reunión está previsto que asista nuestro representante y vicepresidente del Consejo de El Bierzo, Iván Alonso, quien se encargará de informar al director general, si no los conoce ya, sobre los pormenores de la candidatura de la Tebaida berciana, cuya denominación fue acuñada por el Padre Flórez nada menos que en 1762, siglo y medio antes que el trabajo de Gómez Moreno sobre las iglesias mozárabes y que es el acta de nacimiento de este pretendido estilo arquitectónico.
Sobre los criterios que avalan a esta candidatura para la obtención de su declaración como Patrimonio Mundial hay que decir que son numerosos, y Enrique Sáiz debe saber que algunos de ellos están ya recogidos en el Real Decreto 1244/1969 por el que fue declarada “paisaje pintoresco” y en el que define a la Tebaida como “una zona privilegiada de la comarca del Bierzo tanto por su belleza natural como por sus valores históricos y artísticos”. Además, dicha norma legal señala: “La paz y el sosiego de estos valles angostos, cubiertos de árboles seculares y de evocadoras ruinas de los monasterios del medievo, hacen de este lugar un singular paraje de tradición y arte que debe ser conservado en su primitiva belleza, preservándole, mediante la pertinente declaración, de oportunistas alteraciones que pudieran perjudicarle”. Algo que va más allá de la mera existencia de monumentos y restos históricos de toda época y de incuestionable valor, por más que la iglesia de Santiago, de Peñalba, sea considerada por sí misma “una de las joyas más valiosas del tesoro artístico español”, sin necesidad de estar incluida en ningún catálogo de iglesias mozárabes ni de ningún otro tipo.
En una cosa sí estamos de acuerdo con el director general, en que “si no presentamos una candidatura muy sólida, no la van a aceptar”. La solidez de la candidatura del mozárabe quiebra por todos lados y, si resulta elegida, lo será por las presiones políticas de León, de Valladolid y de Burgos fundamentalmente, pero El Bierzo y sus gentes ya han presentado su candidatura y el director general sabe cuál es. Necesitamos el apoyo de la Junta de Castilla y León para la Tebaida berciana y esperamos contar con él y nada más.