Hoy es un día triste que se suma a tantos otros días tristes y desgraciados que ha vivido últimamente este territorio llamado El Bierzo. Hoy hemos podido constatar sin lugar a dudas que ya está firmado el certificado de defunción de la central térmica de Compostilla, uno de los símbolos y de los motores económicos inequívocos de la tierra y de los habitantes bercianos.
Que no mareen más la perdiz, porque el propio servicio público de empleo de Castilla y León está reclutando desde su oficina del campus de Ponferrada trabajadores para atender la oferta de empleo de una empresa llamada así, sin rodeos: UTE Desmantelamiento CT Compostilla.
La selección la está llevando a cabo algún tipo de entidad domiciliada en la Calle Feixa Llarga 55 de Hospitalet de Llobregat (Barcelona) y la persona de contacto es un tal Daniel Fernández Rodríguez.
A los candidatos les dicen que la idea es comenzar los trabajos en los inicios del próximo año 2019, y que el plazo para ejecutarlos está entre los 15 y los 18 meses, por lo que a mediados o finales de 2020, dependiendo de cuando empiecen, la Central Térmica de Compostilla II habrá pasado a la historia.
Lo lamentable de todo esto no es tanto el cierre, que no es sino la Crónica de una Muerte Anunciada, sino que son los propios servicios públicos de empleo autonómicos, dependientes de la Junta de Castilla y León quienes están realizando esta labor por cuenta de una firma domiciliada en Cataluña, mientras que los responsables políticos de la Junta y los representantes de las cortes autonómicas andan enfrascados en presuntas negociaciones y maniobras para garantizar la continuidad de Compostilla al menos hasta 2025, en un acto de hipocresía y manipulación política indigno e inmerecido por los habitantes de El Bierzo.
Si el Ecyl sabe a ciencia cierta que se ha decretado el desmantelamiento de Compostilla II, eso no pueden desconocerlo el resto de responsables políticos de la comunidad, por lo que todas sus declaraciones públicas en sentido contrario no son más una mentira dolorosa.
Desde Coalición por El Bierzo hemos intentado desde siempre que a los bercianos se nos hable claro, que no se nos mienta. No merecemos que se nos mienta. Sabemos que el carbón no tiene futuro porque los responsables políticos nacionales y autonómicos han decidido que no lo tenga.
Bien, eso es inexorable y de algún modo todos somos responsables, porque los dos partidos que han decidido la muerte del carbón han sido, son y previsiblemente seguirán siendo los más votados por los propios bercianos. Por lo tanto, ahora no podemos poner paños calientes a la dolorosa realidad. Solo pedimos que nos hablen claro, que no nos mientan, porque esa es la única vía para afrontar nuestro futuro con dolor, con sufrimiento, sí, pero también con alguna esperanza.
Acaso ahora ya no se tome tan a broma las propuestas de Coalición por El Bierzo de habilitar una zona franca en El Bayo, o la de utilizar las instalaciones de Ciuden para investigar sobre nuevas aplicaciones del carbón y de otros materiales, como el grafeno, y de materias primas que hay en El Bierzo.
Ha llegado el momento de plantearse un serio programa de planificación de restauraciones medioambientales y, en su caso, de aprovechamiento térmico y energético de las escombreras que jalonan todo el territorio, la experimentación con microalgas, etc.
Sabemos ya que han matado al carbón, en España, porque en otros países el sector goza de una salud aceptable. Bien, eso ya lo sabemos, pero, por favor, no nos sigan mintiendo, porque ya que han matado al carbón, al menos nos merecemos que no nos mientan y que no maten a El Bierzo.
Todos recuerdan nuestra incomprendida reclamación de la Cruz de Peñalba y la de mentiras y ocultaciones de la Junta para evitar que esa pieza pueda ser exhibida ante los bercianos en su propia tierra. Sabíamos que traer la Cruz a El Bierzo era sólo un símbolo y también sabíamos que si la Junta no accedía a esta humilde y sencilla petición, que no le cuesta nada más que una orden de la Consejería correspondiente, jamás accedería a adoptar ninguna otra decisión de más calado, ni aunque esa decisión supusiera una mejora efectiva en la calidad de vida de los habitantes de este territorio.
Pagaremos muy caras las consecuencias, y más caras aún si seguimos depositando nuestra confianza en quienes una y otra vez la han traicionado. Pero ello no es óbice para que denunciemos y levantemos la voz sobre esta mentira e injusticia sangrantes: el cierre definitivo de Compostilla. Coalición por El Bierzo nunca, jamás olvidará ni perdonará esta última mentira, esta última traición, y esperamos que el resto de los bercianos hagan lo mismo.