El portavoz del Partido Popular en el Ayuntamiento de Ponferrada, Marco Morala, está protagonizando un inexplicable episodio de deslealtad política con las ponferradinas y los ponferradinos, dedicándose a lanzar graves sospechas y falsedades sobre la actuación de los responsables del Gobierno municipal respecto a la enfermedad infecciosa denominada coronavirus. Sospechas y falsedades que no hacen sino propagar el alarmismo e incitar al miedo y al pánico con mayor rapidez de la que se expande la enfermedad.
Los hombres, mujeres y niñas y niños de Ponferrada no se merecen un representante político que basa su actuación en la desinformación y en intentar desinformar a la ciudadanía para lograr réditos políticos. Utilizar la salud de los ciudadanos para obtener algún tipo de ventaja política es una conducta reprobable, que se califica por sí misma. El señor Morala, sin haber mostrado ningún tipo de preocupación previa sobre las medidas que se han adoptado, acusa a este equipo de Gobierno de actuar con “falta de prevención y transparencia” y exige mayor “celeridad en la respuesta de la que ha demostrado”. Además, con una falta de ética total, asegura que se ha “tomado demasiado tiempo para no responder con un auténtico protocolo, sino con información parcial”.
El portavoz Morala oculta que, nada más tener conocimiento del único caso de coronavirus que se ha registrado en Ponferrada, el alcalde, Olegario Ramón, se puso en contacto con responsables del Hospital del Bierzo, quienes le transmitieron toda la información al respecto, pidiendo a los representantes públicos un ejercicio de calma y de serenidad, instando a la aplicación de los protocolos y medidas recomendadas.
El PP, por boca de su representante en Ponferrada, demuestra una vez más un alto grado de irresponsabilidad y de temeridad en su acción de oposición, pero en este caso actúa, además, con una agravante cualificada: intentar aprovechar una situación de alerta sanitaria mundial para obtener réditos políticos. Nunca en este Municipio se había visto algo parecido en el ejercicio de la acción política, pues lo que requieren las ponferradinas y los ponferradinos es que sus representantes públicos se mantengan serenos y unidos en momentos como éste, y no que se dediquen a propagar la desconfianza en el sistema de toma de decisiones y en el sistema público de salud que, por otro lado, en Castilla y León está gestionado, y todo parece indicar que con algún acierto, por el propio partido del portavoz Marco Morala y sus aliados. Por otro lado, el señor Morala debiera saber que una de las pocas medidas recomendadas por la Junta de Castilla y León, gobernada por su partido, para la protección de la población es que no falte jabón en los colegios.
La situación provocada por el coronavirus es difícil y compleja, pero sólo se puede encarar y combatir con serenidad y con unidad de todos los agentes sociales, políticos y hasta económicos, y no mediante la difusión de pseudoinformaciones y noticias falsas, como de forma triste, lamentable, pero sobre todo preocupante, hace el representante del PP, quien olvida que el día 2 de marzo, un día después de conocerse el primer caso de coronavirus en la provincia, el concejal de Seguridad Ciudadana, José Antonio Cartón, solicitó a los Jefes de Servicio correspondientes el protocolo de actuación para implementar las medidas de prevención y protección frente a un eventual contagio por coronavirus, informó a todo el personal municipal y ordenó la compra del material necesario para protección de todo el personal municipal, poniendo dicho material (geles desinfectantes y mascarillas) a disposición de los trabajadores, siguiendo escrupulosamente las recomendaciones de las autoridades sanitarias, tanto de la Comunidad autónoma, como del Estado español, como de la Organización Mundial de la Salud.
Por tal motivo, la actuación política del portavoz del PP lo desacredita como representante público, pues demuestra que la infección por coronavirus le interesa menos que lanzar acusaciones infundadas contra quienes han sido elegidos para gestionar el Municipio también en situaciones de emergencia. En política no vale todo señor Morala. Usted ha perdido el rumbo, si es que alguna vez lo ha tenido.