En primer lugar saludar en nombre de mi grupo a todas las autoridades presentes de las distintas administraciones y estamentos, así como a los expresidentes y exconsejeros, también a sus familiares, así como al resto de asistentes al acto y a quienes nos siguen a través de los medios de comunicación y redes sociales. Buenos días a todos.
Referencia ya casi habitual al Alcalde de Ponferrada al que agradecemos este ya conocido salón de plenos para realizar este sencillo acto. En una entrevista reciente de mi grupo con el actual Presidente del Consejo, Sr. Courel, le deslizaba la idea de hacer el pleno, este acto en definitiva, en la calle, concretamente en el Boulevard de Pérez Colino, Justo en frente de la Iglesia de San Pedro, cuyas escalinatas hace 30 años sirvieron de foto de familia de ese primer plenario. El Covid19 y la seguridad lo desaconsejaban. Pero se lo proponía porque a día de hoy, y 30 años después, el Consejo no tiene una sede digna y la Junta en el último convenio cuatrienal vuelve a marear la cuestión con nuevas ideas de subvención para proyectos. ¿Verdad que a todos nos suena a maniobra dilatoria? No sé si en 30 años volveríamos a este salón de plenos otra vez. Apuesten…
Coalición por El Bierzo representa al movimiento bercianista, un sentimiento con fuerte arraigo, tradición, peso político y social en nuestra tierra. Nosotros apostamos por la proyección, consolidación y utilidad de nuestro Consejo de El Bierzo. Pero nuestra institución, que hoy cumple 30 años, está seriamente lastrada por la estrategia del “quiero y no puedo” alimentada por la institución que lo fundó hace tres décadas, La Junta de Castilla y León.
Hoy todos aquí hablaron y hablaran de competencias, hacienda propia, elección directa y más medios, nosotros nos centraremos en la clave de bóveda para conseguir todo eso: Es necesaria ya una nueva ley. Refundemos la institución con la Ley del Consejo General de El Bierzo, lo repetiré una vez más: Ley del Consejo General de El Bierzo, que además de ser útil, es legal, ya que hay precedentes de sobra conocidos en el ordenamiento jurídico de nuestro país. Necesitamos una nueva Ley que recoja lo que durante 30 años llevamos reclamando al unísono.
Pongamos de una vez las cartas boca arriba. Se lo debemos a todo El Bierzo y a esos hombres y mujeres que hace 30 años comenzaron esta andadura. La sociedad berciana no entiende de estos juegos políticos, ni de más reclamaciones, quiere hechos, realidades, certidumbre, soluciones, prestación de servicios y la utilidad de las instituciones.
Todos los demás “enjuagues” forman parte de la política de apaciguamiento y distracción de la Junta de Castilla y León. Competencias delegadas o trasferidas que son gestionadas como subvenciones. Mares burocráticos en los que navegamos a diario siendo fiscalizados dos veces con el fin de tener a todo nuestro funcionariado realizando dos trabajos en el mismo tiempo que otras administraciones licitan y se muestran eficaces, dando nosotros la sensación a la opinión pública de lentitud e inoperancia. Ocurre a diario y yo lo viví personalmente en mi época de Vicepresidente de la Institución. Eso que en Valladolid tanto se habla en los pasillos de… “darle a los bercianos el juguete y que jueguen”, se torna en realidad diaria.
La otra institución con cierta categoría legal de ampliar nuestro marco competencial y de servicios es la Diputación. Por primera vez en democracia la institución provincial es Presidida por un berciano. Sr. Morán, deje su impronta en el mandato con alguna competencia, o programa de nuevo cuño, le pongo el ejemplo del banco de tierras, un programa exitoso, y sin rascar el ámbito competencial que tanto duele en León y que pueda acercar la administración provincial los bercianos sin levantar ampollas. Otros “programas” se pueden encomendar o crear de cero, explorando el ámbito del patrimonio, el ámbito rural, deportes, infraestructuras, etc. Se nos ocurre por ejemplo un plan rural para Pedanías de mantenimiento de caminos vecinales e infraestructuras de acceso a nuestro sector hortícola y agroalimentario, gestionado evidentemente desde el Consejo.
Por último, y no por ello menos importante, ayuntamientos y mancomunidades. Si bien es cierto que sus servicios son gestionados desde El Bierzo, se debe comenzar a pensar en pleno siglo XXI en la eficacia y eficiencia de la prestación de los mismos. Determinadas mancomunidades empiezan a ser dudosamente sostenibles económicamente. Por ello debemos buscar el consenso para que el Consejo Berciano asuma esa carga, sobre todo en los municipios más empobrecidos o despoblados.
Aun así el reto es gigantesco, porque a la voluntad positiva de los municipios en el caso de darse, debemos sumarle el riesgo-ventura de una administración, la comarcal, cogida por los pelos, con una hacienda limitada y a la carta, diseñada ad hoc por la administración autonómica, y la Junta que lo sabe. No obstante el reto merece la pena y en este 30 aniversario Sr. Presidente le animamos a ser valiente e intentarlo.
Concluyo, la sociedad berciana, pese a las reticencias de la Junta, el mirar para otro lado de la Diputación, quiere y desea una administración propia y cercana que le resuelva sus problemas y la represente, que los defienda y que ponga voz a esta tierra que no es la esquina de nada, bien al contrario es el centro del noroeste. Mientras de manera calculada le pongan sordina al Consejo, otros movimientos, como el provincialista, y por supuesto no engaño a nadie si mostramos además nuestra simpatía por el mismo, ganará enteros, y puede que celebremos con más ahínco el 200 aniversario de nuestra provincia de El Bierzo, la de Villafranca, que este mismísimo aniversario comarcal. El Consejo por último debe servir para pulsar las distintas opiniones de la sociedad berciana y trasladar esos anhelos a la política con mayúsculas, sin tapujos, sin miedos y sin complejos. No obstante y desde la lealtad institucional que caracteriza a Coalición Por El Bierzo, deseamos muchos años de celebración a nuestro Consejo, y si pueden ser, llenos de logros, cambios, reformas, nueva ley, éxitos y crecimiento.