El reciente grave incidente en el viaducto de la A6, que supone el corte de la misma y el desvío del tráfico por la N-VI, no sólo supone un aumento considerable en el tiempo de desplazamiento de los vehículos en su acceso a Galicia o a la Meseta, sino que también perjudica muy notablemente a empresas radicadas en El Bierzo, como es el caso de LM, cuya producción tiene salida por esa vía de comunicación.
Como hemos advertido numerosas veces, la incomunicación de El Bierzo a través vías de alta capacidad, dependiendo exclusivamente de la A6 mientras otros territorios cercanos se vertebran hasta lo absurdo, nos lleva a situaciones como la actual.
Tenemos conocimiento de que desde la Xunta, ante el hartazgo por la falta de iniciativa y compromiso por parte del Gobierno Central en la realización de la A76 que uniría El Bierzo con Valdeorras y Ourense, tiene previsto realizar la conexión A Rúa – A Gudiña con una carretera de alta capacidad. Vía que nos parece muy interesante y en un futuro de gran utilidad para El Bierzo siempre y cuando venga acompañada de la A76.
La A76 hubiera permitido una alternativa ante la situación actual y el acceso a los puertos del Atlántico para las empresas bercianas
Si desde el Gobierno Central sólo nos ofrecen vanas promesas durante décadas, desde la Junta de Castilla y León sucede prácticamente lo mismo, potenciando y anunciando la construcción de autovías que no son, a todas luces, prioritarias, como es el caso de la León-Braganza y olvidando autovías prioritarias y fuertemente demandadas pro otras comunidades como es el caso de la A63 (Ponferrada-La Espina) que conectaría El Bierzo con Asturias y sus puertos.
Las voces que, recientemente, abogaban por una movilización que a través de manifestación que cortara la A6 los días de la operación retorno y salida parece que ha sido antes “escuchada por el propio terreno” que por la adormecida clase política berciana de dependencia nacional, de la que cada día nos sentimos más extraños y alejados.