La Junta de Castilla y León sale en defensa de su extraña adjudicación de compra de peras, dentro del Programa Escolar de Consumo de Frutas Hortalizas y Leche, amparándose en débiles excusas, cuando es perfectamente conocido que los criterios de valoración, en un producto perecedero, deben ser ponderando la proximidad, cadena de frío, calidad, precio…, siendo esto perfectamente legal y no contraviniendo en ningún momento la Ley de Contratos ni la competencia. No estamos hablando de hormigón o de suministros de ferralla, estamos hablando de un producto de calidad y perecedero, en el que la calidad, la cadena de frío y la proximidad juegan un papel importantísimo. Aquí se ha ponderado ante todo el precio (como puede observarse en la imagen que adjuntamos) en 90, medioambiental 5, y calidad 5. Ante esta evidencia poco más se puede decir, la calidad del producto que se ofrece a nuestro escolares no llega a importarles en la adjudicación más que en una parte ínfima.
Débiles y torticeras excusas de la Junta para justificar una licitación extraña y falta de lógica. Por si la licitación, las excusas y actitud de la Junta ya no es suficientemente vergonzosa, ahora tenemos que sumar la actitud de algún procurador autonómico, como el leonesista, rozando el esperpento, saliendo en los medios de comunicación con declaraciones con aire de sorpresa. Supuestamente este señor está en Valladolid como procurador y con el deber del debido control del gobierno autonómico, pero de un contrato adjudicado el 18 de mayo del 2022, y que afecta a un territorio al que dice representar, se entera un mes más tarde por la prensa tras las declaraciones de la Asociación Berciana de Agricultores. Señor procurador, haga su trabajo y preste atención a su trabajo, que para enterarse por la prensa no se necesita ser diputado autonómico.
Los únicos que merecen un aplauso son la Asociación Berciana de Agricultores, que no han tenido “pelos en la lengua” ni han temido criticar a la administración autonómica por castigar esta de nuevo al campo berciano.