Desde la la Concejalía Infraestructuras, Medio Rural, Turismo, Patrimonio Histórico y Salubridad y Protección Animal, del Ayuntamiento de Ponferrada, dirigida por Iván Alonso, no podemos más que sentir estupefacción por un hecho inaudito en este Ayuntamiento. Un tremendo bochorno, para cualquier político, el sufrido tras las declaraciones del ex-Alcalde de Ponferrada, D. Olegario Ramón, que intenta escurrir el bulto culpando a los trabajadores de algo que no sólo conocía, sino que aprobó.
No es de, ninguna manera, aceptable intentar culpar a los trabajadores municipales cuando D. Olegario Ramón sabe que de esa decisión tenía pleno conocimiento, ya que, tanto la responsable del área en el anterior mandato, Dña. Camen Doel, conocía perfectamente el proyecto y la problemática, como debe ser su deber y para eso le pagan, como D. Olegario Ramón, ya que lo aprueba con pleno conocimiento de él, que era alcalde en ese momento.
Los proyectos de obra se aprueban por decreto o por comisión de gobierno. El Alcaldedebe ser consciente de su contenido, debe enterarse de lo que está aprobando, el tipo de actuación y el ámbito de la misma. En cualquier el trabajo del Alcalde es conocerlo y su gestión dirigirlo.
En el caso del proyecto mencionado, desde el inicio se tenía una importante limitación presupuestaria, por ello hubo que priorizar actuaciones y el orden de importancia se consensuó y habló con los responsables políticos antes de plasmarlo en el proyecto. No hay ningún “grave error”, como se empeña en hacer creer D. Olegario Ramón para culpar a los trabajadores, simplemente el dinero previsto era insuficiente y se establecieron unas prioridades con pleno conocimiento de esos responsables políticos. Probablemente, el Sr. Olegario pensaba utilizar los remanentes para cubrir esta falta limitación presupuestaria y puede que, de esta manera, evitar que se conociera que no se incluía el asfaltado y la sustitución del fibrocemento.
Esta enorme falta de respeto, sin precedentes a los trabajadores y muy doloroso para estos, por parte del Sr. Olegario Ramón, merece una reprobación pública, más si cabe, cuando no hace tanto, cuando él presidía este Ayuntamiento, se afanaba en pedir respeto para la labor de los funcionarios. No se puede eludir responsabilidades y menos culpar a otros de la desidia, falta de planificación y dejadez a los demás.