Mañana, 31 de agosto, si ninguna novedad lo impide, asistiremos a una perdida patrimonial excepcional, el derribo de las torres de Compostilla II.
Tras el informe negativo para convertirlas en BIC, a propuesta de la plataforma Bierzo Ya, plataforma de la que nos separan muchas cuestiones, pero, a la que en este caso reconocemos su buena iniciativa; Coalición por El Bierzo se ha dirigido al Procurador del Común y al Defensor del Pueblo, y recabado el apoyo de numerosos profesionales e incluso de la Real Academia de Bellas Artes de la Purísima Concepción, que mostraron su pleno apoyo a los planteamientos expuestos en nuestro informe-propuesta. Todas estas gestiones quedan en nada ante la falta de compromiso de Endesa, de la que este derribo sólo es una muestra más de la poca importancia que le da a la tierra, El Bierzo, en la que nació y a la que tanto debe.
Es bien cierto que la falta de un decidido apoyo social y la falta de pronunciamientos en contra de su demolición por parte del Ayuntamiento de Cubillos del Sil (municipio en el que se encuentra Compostilla II) y de su alcalde, a las que se suma la falta de apoyo de otros políticos como los que, en aquel momento, estaban más pendientes de ser influencer en redes sociales que de tomar decisiones difíciles, podría haber ayudado a cambiar el parecer de Endesa.
Desde Coalición por El Bierzo hemos intentado evitar este derribo. Estamos convencidos, y auguramos, que en el futuro lamentaremos esta perdida de nuestro patrimonio histórico industrial, como hubiéramos lamentado la perdida del Castillo de Ponferrada, si en los albores del siglo XX hubiéramos seguido a aquel alcalde ponferradino que abogaba por el derribo del mismo. El tiempo nos ha dado la razón en multitud de ocasiones y muchas de las tropelías que se han realizado en El Bierzo se podrían haber evitado de haber seguido las propuestas del bercianismo.